Dolor de espalda. ¿Quién dijo «yo»?
Nos sucede a muchos en algún momento de nuestras vidas. No sabemos cómo sentarnos (o levantarnos de la silla). O de qué manera permanecer de pie. Nos molesta para dormir o al agacharnos. Es persistente, molesto, y cuando no, incapacitante. El dolor de espaldas es el segundo motivo de consulta médica y una de las causas más frecuentes de ausencia en el trabajo. Puede ubicarse en la región lumbar, espalda media, región cervical, o dorsales.
Los factores de riesgo que suponen tenerlo, tienen que ver con la edad (es más notorio a medida que envejecemos, a partir de los 30/40 años), el sobrepeso, la falta de ejercicio y el sedentarismo, levantar objetos pesados de forma inadecuada. Pero también, los factores pueden estar asociados a trastornos psicológicos (personas con depresión o ansiedad, lo padecen), e incluso el tabaquismo. Créase o no, fumar afecta el flujo sanguíneo, agrava el daño estructural en las vértebras, contribuye a la degeneración de los huesos –por lo que puede favorecer la osteoporosis– y afecta las raíces nerviosas, incrementando el riesgo de dolor radicular y ciática, entre otros rasgos perjudiciales dirigidos a la espalda. Otras causas que se asocian con el dolor de espalda tienen que ver con problemas estructurales o enfermedades. Veamos cuáles.
Causas estructurales:
-Hernia de disco
-Discos rotos
-Ciática
-Artritis
-Escoliosis /curvatura anormal de la columna vertebral
-Osteoporosis
-Problemas de los riñones
Enfermedades:
-Síndrome de la cola de caballo
-Cáncer de columna
-Infecciones
-Infección en la columna
-Trastornos del sueño
-Culebrilla
Dolor de espalda, la generalidad.
Comúnmente, lo que experimenta como «dolor de espalda» la mayoría de las personas, es debido a hacer un mal movimiento, levantar algo pesado o de manera incorrecta, como dijimos anteriormente, una mala postura adoptada, estar de pie o sentado por largos períodos, manejar largas horas, dormir en un colchón inapropiado que no le ofrezca una buena postura a la columna, el exceso de tos o estornudos, la tensión muscular. Incluso, y las embarazadas lo saben bien, el embarazo puede producir dolor en la espalda baja.
Cuándo es necesario preocuparse y acudir a un médico.
-Si existe entumecimiento u hormigueo en brazos, pierna, pecho o abdomen.
-Si el dolor no mejora con el descanso.
-Experimentas debilidad, fiebre, pérdida inexplicable de peso.
-Sufres dolor luego de una lesión o caída.
-Pérdida del control de los intestinos o de la vejiga.
Tratar el dolor de espalda en casa.
Cuando lo que experimentamos, no requiere de atención de urgencias, algunos consejos podrían ayudarnos. De todos modos, siempre es conveniente realizar una consulta a tu médico de confianza.
-No realices actividad física durante los primeros días de dolor.
-Aplica calor o hielo en la zona. Hielo en las primeras 72 horas, luego calor.
-Toma analgésicos de venta libre como el ibuprofeno o paracetamol.
-Ayúdate con masajes. En Beurer contamos con la Almohada de masaje shiatsu con calor MG 145. Para cuello, espalda y piernas. Con 4 cabezales de masaje rotatorios y función de luz y calor, resaltan los beneficios del masaje shiatsu, permitiendo reducir el dolor y la inflamación de los músculos, mejorando la circulación en la zona, ayudando a que los músculos recuperen la elasticidad y la movilidad. Al estar confeccionada en tela extra suave y esponjosa, la Almohada Beurer MG 145 brinda un confort extra. Por su parte, la funda extraíble y lavable, ofrece la medida justa de higiene y practicidad.
-Duerme en posición encorvada o fetal y coloca una almohada entre las piernas. Si duermes boca arriba, coloca tu almohada debajo de las rodillas. O busca algo que la reemplace (una toalla, por ejemplo, o una manta enrollada).
-No levantes objetos pesados durante las primeras 6 semanas.
-Comienza a realizar ejercicios lentamente luego de 3 semanas.
Algunos tips para prevenir el dolor de espalda a futuro.
-Evita levantar objetos demasiado pesados o pide ayuda.
-Separa los pies cuando lo hagas para lograr más base y estabilidad y ubícate lo más cerca posible del objeto. Al agacharte, hazlo con las rodillas, no con la cintura.
-Cuando alces el objeto, trata de no inclinarte hacia adelante, mantente en tu eje.
-Usa tu fuerza abdominal –contrae– cuando estés levantando un objeto para que no recaiga el esfuerzo en tu espalda.
-Ejercita tu espalda y haz estiramientos regularmente para fortalecerla.
-Adopta una postura de espalda recta al estar parado o sentado.
-Evita el sobrepeso con una vida activa y una alimentación saludable.
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