¿Por qué es más difícil adelgazar o mantener el peso a medida que los años avanzan?
¿Cómo es posible? A veces comemos lo mismo o nos damos los mismos gustos que en otros años, pero ahora notamos que ganamos peso más rápidamente. Otras veces, realizando la actividad física usual, no logramos bajar ni un kilo extra ganado.
La primera razón es que a partir de los 30 años, nuestro metabolismo se vuelve más lento y quema menos calorías. Las otras razones, te las contamos en esta nota junto a 5 soluciones prácticas.
Principales causas.
Pérdida de masa muscular.
Si ya notas que tus músculos no tienen la misma apariencia y tono, aquí está la respuesta. Con los años vamos perdiendo masa muscular.
¿Qué significa? Significa, de por sí, que el músculo quema más calorías que la grasa. Si tenemos poca musculatura, quemaremos menos calorías.
Este proceso es lo que se conoce como sarcopenia, que es la pérdida de masa muscular más notoria en la vejez, pero que empieza a partir de los 30 años, acentuándose hacia los 60.
Metabolismo lento.
¿Cómo puede ser que comamos lo mismo que hace unos años, haciendo la misma actividad y ahora, comiendo la misma cantidad de calorías, subamos de peso o nos cueste bajarlo?
Nuestro metabolismo se vuelve más perezoso, más lento, con los años. Sepamos que el metabolismo es el encargado de convertir los alimentos y bebidas en energía para las funciones corporales (ritmo cardíaco, función cerebral, respiración, reparar las células).
La ecuación es sencilla: si es más rápido, quema más calorías, sin necesidad de estar haciendo actividad física. Incluso, en reposo, el metabolismo quema calorías.
Además del aumento de peso, hay otras señales de que tu metabolismo cambió: fatiga, cansancio, falta de apetito sexual, caída de cabello, piel seca y uñas quebradizas, estado de ánimo decaído. Tenlo en cuenta.
Cambios hormonales.
Las hormonas también hacen su ralentización y eso incrementa la grasa corporal. Nos referimos al estrógeno, la progesterona, la testosterona, la hormona del crecimiento, las hormonas tiroideas.
En la mujer se hace evidente la caída de estrógeno en la menopausia y en el hombre, la testosterona a partir de los 40 años.
También puede producir otros síntomas como por ej., cambios de humor.
Sedentarismo y estrés.
Es natural que se reduzca la actividad a medida que aumenta nuestra edad. Tenemos más responsabilidades, menos tiempo para el ejercicio físico, o trabajos que nos imponen estar sentados o de pie la mayor parte del día. Por lo pronto, el gasto calórico es mucho menor.
Por otro lado, el estrés es causante del aumento de peso. Es el que nos incita a comer alimentos cargados de azúcares.
¿Quieres saber más? Lee esta nota:
5 soluciones saludables.
1-Duerme lo necesario (¡dormir poco, engorda! Y te abre el apetito).
2-Actividad física: no pierdas la ejercitación. Hazte un tiempo. Si tienes alguna imposibilidad física, trata de encontrar la manera o un ejercicio acorde. Y, lo sabes, no se trata de hacer sólo alguna actividad sino de mantenerte activo. Significa: camina hasta tu transporte, usa menos el auto, sube las escaleras (si es apenas un piso o dos) en vez del ascensor, y esos pequeños trucos.
Si lo vieras necesario, aumenta la actividad física y recuerda combinar aeróbico con fuerza. Necesitas quemar grasa pero también, ganar músculo.
3-Cuida tu alimentación: controla más tus comidas. Recuerda que a medida que los años avanzan, comiendo lo mismo, no gastas lo mismo. Come saludablemente, evita alimentos ultraprocesados, con grasas saturadas o altos en azúcares. Consume alcohol con moderación (si es posible, no consumas o reduce su consumo).
4-Mantente hidratado: eso favorecerá que no confundas sed con hambre y además, colaborará a evitar la retención de líquidos.
5-Controla tu peso con una balanza corporal de diagnóstico. Te permitirá saber si has perdido músculo y ganado grasa, entre otras ventajas.
Balanzas de diagnóstico Beurer.
Si quieres mantenerte saludable, no sólo se trata de elegir una alimentación sana y de calidad, sino de controlar tu peso con regularidad, sin ansiedades.
Si quieres algo más completo que una balanza personal, prefiere las que tienen diagnóstico, como las que tenemos en Beurer. Miden no sólo el peso corporal, sino también la grasa corporal, la masa muscular, el agua corporal, la masa ósea y la indicación de calorías AMR (tasa metabólica activa) y BMR (tasa metabólica basal).
De esa forma, sabrás si estás ganando músculo, perdiendo grasa corporal y qué tan bien estás llevando el asunto de las calorías, entre otras ventajas.
Las balanzas de diagnóstico te brindan parámetros indispensables para que puedas ser más exacto en tu rutina alimentaria y de ejercicios (y hacer cambios a tiempo).
Las más sofisticadas transmiten tus resultados a la app Beurer HealthManager mediante Bluetooth®. Para que tengas todo el control en tu smartphone.
Te invitamos a dar un paso hacia adelante en balanzas personales.
En Beurer, nuestro único deseo es que te encuentres –y te veas– bien.
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